Reportage

2024 Ruta Del Jefe: En Cuenca Los Ojos de México

After a two-year hiatus and a mission to find a new event location, Ruta Del Jefe relocated from Appleton-Whittell Research Ranch in Arizona, US, to Cuena Los Ojos in Sonora, México. The 2024 event was nestled in the hills of Cuenca Los Ojos conservation ranch just south of the Arizona border, straddling the line between biomes, states, and countries.

While the event was, of course, a weekend full of riding bikes across beautiful terrain, it was also infused with workshops, informative presentations, bird walks, dancing, coffee, chocolate, and incredible local food.

With its redoubled focus on advocacy, community, and stewardship, Ruta Del Jefe stands out among the myriad cycling events these days as a singular experience. Make sure to check out our mega gallery and multiple perspectives from this impactful event below in both Spanish and English…

Hoy, tenemos el honor de presentar perspectivas tanto en español como en inglés de Karla Robles (co-organizadora de RDJ), Rodrigo Sierra-Corona (Director Ejecutivo de Borderlands Restoration Network), Omar Caballero (Cuenca Los Ojos A.C.), Maya Zarlingo (Participante y Asistente Legal de Acción de Detención Y Equipo de Respuesta), Beija Flor (Embajadora y Persona Entusiasmada), y Jaimito Rosas (Fábrica de Rosas).

Mientras que Josh y Spencer de Radavist rodaron y fotografiaron Ruta Del Jefe todo el fin de semana, nos centramos en organizadores del evento y participantes para documentar este evento de forma auténtica enfocándose en la diversidad, la educación, el activismo comunitario, y la inclusión.

Today, we are honored to feature perspectives in both Spanish and English from Karla Robles (RDJ event co-creator), Rodrigo Sierra-Corona (Executive Director of Borderlands Restoration Network), Omar Caballero (Cuenca de Los Ojos A.C.), Maya Zarlingo (Participant and Legal Assistant for Detention Action & Response Team), Beija Flor (Ambassador and Stoked Individual), and Jaimito Rosas (Fabrica de Rosas).

Members from The Radavist team, Josh and Spencer, attended and photographed this year’s Ruta Del Jefe, but we’re centering our coverage on its organizers and participants, who can speak more directly to the event’s emphasis on diversity, education, and inclusion. 

Karla Robles, Ruta Del Jefe Event Co-Creator

Vivir en el norte de México, en un estado en la frontera con Estados Unidos siendo ciclista de aventura a veces me hace sentir que es difícil construir una comunidad en un lugar donde solo estamos periodos cortos de tiempo. Pero nuestro estado es increíblemente diverso y asombrosamente bonito, es el segundo estado más grande de México, es perfecto para explorar caminos de terracería, puedes ir desde la playa que se une con el desierto o subir a las montañas hasta topar con la Sierra Madre Occidental, la continuación de las Rocky Mountains de Estados Unidos, justo donde fue el hogar de este maravilloso evento binacional de Ruta del Jefe y donde finalmente sentí que estaba construyendo y siendo parte de una comunidad.

Desde que nuestra amiga Sarah Swallow nos invitó a participar como organizadores de Ruta del Jefe en Sonora, sentimos que estábamos cumpliendo un sueño; desde hace tiempo teníamos la intención de invitar a amigos a rodar en Sonora y mostrarles los destinos que nuestro estado hogar ofrece, pero este evento fue más que eso, fue la unión de dos países por medio de la bicicleta y el reconocimiento de los problemas que afectan la biodiversidad de la región, la marginación de grupos vulnerables y la acción que están tomando para el reconocimiento de sus derechos, y qué mejor lugar para combinar educación, comunidad y aventura que Cuenca Los Ojos, un área protegida que su objetivo es restaurar, proteger y reincorporar a la vida silvestre en la frontera Sonora-Arizona.

Gracias a las personas que asistieron al evento y recaudaron fondos para las causas ambientales y humanitarias, se pudieron donar recursos a organizaciones de conservación ambiental y de vida salvaje como Borderlands Restoration Network, Cuenca Los Ojos y The Bear Project. A Frontera de Cristo quien trabaja para ayudar a personas en situación migrante a tener mejores oportunidades en sus lugares de origen y no recurrir a situaciones de violencia y marginación al cruzar la frontera donde se pone en riesgo su vida. A la nación indígena N’dee/N’nee/Ndé, quienes están luchando para que su pueblo sea incluído en la lista de pueblos indígenas de México, recuperar su lengua y su cultura y desmitificar la historia que los llamó apaches = enemigos. Otro de los grandes problemas de México y especialmente el norte de México es el agua, y la organización “Por la Defensa del Río de Casas Grandes” están luchando contra la construcción de una presa que pone en riesgo la vida y la tierra en el norte de México y que esperamos este evento sea una pequeña ayuda en el gran trabajo de abogacía y activismo que están realizando estas organizaciones.

Aunque uno de nuestros principales objetivos fue incluir a más personas de México, solo logramos que un 20% pudiera asistir, hay situaciones y contextos que vuelven difícil asistir a este tipo de eventos: los costos de inscripción, las becas limitadas, el trabajo y los días de vacaciones. Entendemos las razones de esta disparidad y por ello, seguiremos trabajando en facilitar estos espacios a más personas de México sumando esfuerzos con personas de la industria del ciclismo a que tomen acción y estén en sintonía con las causas justas de las personas de color y personas de la comunidad LGBTQI+ y también con los problemas humanitarios y ambientales.

Living in northern México, in a state that borders the USA, [and] being an adventure cyclist I sometimes feel like I struggle to build a community in a place where we are only for short periods. Our state is incredibly diverse and amazingly pretty; it’s the second biggest state in México, and it’s perfect for exploring dirt roads. You can go from where the beach joins the desert, or up the mountains, till you reach the Sierra Madre Occidental, which is the continuation of the Rocky Mountains in the USA, right at the place that hosted this wonderful binational event Ruta del Jefe and where I finally felt that I was building and being part of a community.

Since our friend Sarah Swallow invited us to partake as co-organizers of Ruta del Jefe in Sonora, we felt that we were fulfilling a dream; [for some time] Daniel and I had the intention of inviting friends to come ride in Sonora and show them the destinations that our home state offers, but this event was much more than that. It was the union of two countries through the bicycle and acknowledging the issues that affect the biodiversity of the region, the marginalization of vulnerable groups, and the actions that are being taken for the acknowledgment of their rights. And, what a better place to combine education, community and adventure than Cuenca Los Ojos, a natural preserve with the goal to restore, protect and reinsert the wildlife in the Sonora-Arizona borderlands.

Thanks to all the people who attended the event and raised funds for environmental and humanitarian causes, we were able to donate resources to environmental conservation organizations in the Sonora-Arizona area such as: Borderlands Restoration Network, Cuenca Los Ojos and The Bear Project; to Frontera de Cristo who work in aiding people in a migrant situation looking to improve their living conditions in their place of origin without resorting to situations of violence or marginalization by attempting to cross the border, risking their lives; to the indigenous N’dee/N’nee/Ndé Nation, who are fighting for being included in the list of indigenous peoples of México, recover their language and culture, and debunk the history that called them “apaches”, enemies. Another one of the big issues in México and especially in the north is water [access], and the organization Por la Defensa del Río de Casas Grandes is fighting against the building of a dam that puts lives and land at risk, and we hope this event is a little help in the larger work of advocacy and activism that they’re doing.

Although one of our goals from the beginning was to include more people from México, we only achieved an 80/20% split between Mexican and US attendees. There’s situations and contexts that make it hard to attend these kinds of events: registration costs, limited scholarships, jobs and vacation days. We understand the reasons for this disparity and because of that, we will keep working on facilitating spaces for more people from México, [collaborating] with people from the cycling industry to take action and be in sync with the just causes of the BIPOC and the LGBTQI+ cycling community, and also with the humanitarian and environmental problems.

Rodrigo Sierra Corona, Borderlands Restoration Network Exec. Director

¡Que chulada de evento! Durante 4 días compartimos rodadas en paisajes espectaculares y excelente comida, aprendimos y reimos rodeados de gente buena onda. Ah, y la fiesta, que fiestón. Hace dos años, después de participar en la Ruta del Jefe en Arizona, le pregunte a Sarah si estaría interesada en llevar el evento a México. Lo que siguió a esa conversación lo pueden encontrar aquí (Link to the Radavist article about Ruta del Jefe migrates to Cuenca). Fue una aventurota. Durante el año 2022, tuvimos una época de lluvias atípica, que destruyó todos los caminos que atravesaban arroyos y cañadas, desconectando la mayoría de las rutas planeadas. Rodadas que en los mapas se veían buenísimas, resultaron en duras caminatas con la bici al hombro y la tierra de los caminos restantes en lodo pegajoso que no nos dejaba avanzar. Pero la presencia y personalidad del lugar, dejaba ver el gran potencial que tenia para disfrutarse y asombrarnos durante la experiencia. No nos rendimos. Estoy seguro de que durante esta primer visita Sarah tenia momentos en que me odiaba un poquito.

México, es un país que carece de tierras públicas. De nuestra superficie terrestre, poco menos del 3% pertenece al estado. Esto además de impactar las oportunidades para recrearnos al aire libre, genera enormes retos para la conservación de nuestros ecosistemas y biodiversidad. Es como imaginarse a los Estados Unidos sin el Sistema Nacional de Parques (NPS), la Oficina de Manejo de Tierras (BLM) o las diferentes tierras propiedad de gobiernos estatales y municipales. Las oportunidades de recreación y conservación serían muy diferentes.

Aunque existen áreas naturales protegidas en México, la gran mayoría son propiedad de comunidades, familias y empresas. Además, dependen del cumplimiento de las leyes y reglas ambientales prácticamente de manera voluntaria por parte de sus múltiples propietarios, con poca o casi nula capacidad de aplicación de estas. Algunas áreas naturales protegidas tienen buenos resultados mientras otras parecieran inexistentes. Es una situación complicada con un sinfín de tomadores de decisiones. Aquí es donde la conservación de tierras privadas juega un papel importante. Cuenca de los Ojos inicio como un proyecto privado de conservación lidereado por Valer Clark en la década de 1990. Hoy en día, el proyecto ha crecido y madurado a ser propiedad de Cuenca de los Ojos A.C. una organización sin fines de lucro mexicana.

Este sitio, es uno de los pocos proyectos a gran escala en México donde la restauración de los procesos ecológicos y la conservación de la biodiversidad son su principal objetivo. Hoy, después de 3 décadas de construcción de estructuras para captación de agua y control de erosión, el agua en los arroyos fluye con mayor corriente y por mas largas distancias. Osos negros, castores, trogones y jaguares lo han hecho su hogar. Mi carrera profesional inicio aquí, hace 23 años cuando realice mi tesis de licenciatura y es uno de los pocos sitios que cada que vuelvo, esta en aun mejores condiciones.

La ubicación de Cuenca los Ojos no podría ser mejor. Se encuentra justo donde la Sierra Madre Occidental termina, dando paso a pequeñas cadenas montañosas y extensos valles, al norte de donde las Montañas Rocallosas emergen, conectado el trópico con las regiones templadas. Al este, el Desierto Chihuahuense, y al oeste el Sonorense. La diversidad de formas de vida y topografía hacen de este sitio uno de los mas diversos en Norteamérica. En el imaginario colectivo, esta región se percibe como un desierto desolado, lleno de sufrimiento. La realidad no podía ser mas contrastante. Además de la explosión de biodiversidad, es aquí donde las Naciones se tocan, creando un oasis multicultural.

Ruta del Jefe es el primer evento en el que Cuenca de los Ojos abre sus puertas al público, no por falta de interés, sino por falta de capacidad para atender visitantes. El carácter distintivo de Ruta del Jefe lo hace un complemento perfecto con el lugar: aventura con causa, impacto humano ligero, personas dispuestas a sufrir, aprender, disfrutar y absorber juntas, todo lo que este sitio puede dar. Hoy, mas que nunca, los sitios silvestres necesitan de la mayor cantidad de amigos posible y ese fue el mayor motivo para invitarles. Si tú nos visitaste ¡muchas gracias! Espero que lo que paso en Cuenca los Ojos sea compartido y traiga mas amigos nuevos a la bella región fronteriza de México y los Estados Unidos.

Ruta Del Jefe was a beautiful event! We had great rides, amazing food, and lots of cool humans. Wait, did I mention the party? What a party… Two years ago, after riding Ruta del Jefe, I asked Sarah if she would consider taking Ruta del Jefe to México? Of course, we know what happened next. It was beyond type-II fun. After a super Monsoon, all the roads next to creeks and streams were gone, leaving all the carefully planned routes disconnected. Amazing on-paper long rides turned into enduro-hike-a-bike extreme sections, and what I thought would be hero dirt, turned into deep, unforgiving peanut butter. But the power of the place and the fun-amazement potential were bigger than the first monumentally grueling impression. I am pretty sure that Sarah was hating me a little.

México as a country lacks public lands. Only a little bit less than 3% of our terrestrial surface is public. This not only impacts recreation but brings incredible challenges for ecological conservation. Think of the US without the National Parks, Forest Service land, BLM, or local state-owned land. Where would you go? How would you protect endangered landscapes and species?

While we have protected areas, most Mexican state conservation tools rely on the land owners’ voluntary compliance with conservation laws and rules without much enforcement power. Some places do great, and others do not. It is a complex situation with a myriad of stake holders. Private conservation initiatives are another alternative. Cuenca de los Ojos started as a privately owned conservation project led by the visionary Valer Clark in the 90’s which over the years has grown to be now owned and managed by a Mexican non-profit organization. This place is one of a handful of large-scale conservation projects in México where ecological process improvement and biodiversity conservation are the whole focus of its existence.

Today, after years of bold efforts on water capture and erosion control, streams flow longer and stronger than before and black bears, beavers, trogons and jaguars call this place home. I did my bachelor dissertation 23 years ago at this very same place and, as of today, is one of the few places that keeps getting better year after year. The location of Cuenca los Ojos could not be better. It sits where the Sierra Madre Occidental ends just South of where the Rocky Mountains will emerge. The Sonoran Desert to the West, the Chihuahuan to the East, and both mountain ranges function as biodiversity highways connecting the tropics with the temperate regions. Bald eagles and thick-billed parrots fly in the same sky. The common notion is that the borderlands are a wasteland, a dusty soulless landscape full of despair. It could not be more dramatically different. Besides the explosion of biodiversity, this is where nations collide, creating a multicultural oasis.

Ruta del Jefe is the first major event where Cuenca de los Ojos has opened its doors to the public, not because lack of interest but a lack of staff capacity to host visitors. Ruta del Jefe ethos made it the perfect event for us. Adventure with purpose, light footprint, people willing to suffer, learn, enjoy and absorb the place together. Today, more than ever, wild places need as many friends as possible and that was the main motivator to bring RDJ to México. If you attended Ruta del Jefe, thank you! And I hope that what happened in Cuenca goes out to the world and brings more and more friends to the beautiful México-US borderlands region.

Maya Zarlingo, Participant and L.A. for Detention Action & Response Team

Mientras cientos de ciudadanos estadounidenses atravesaban varios puntos de control fronterizos fuertemente militarizados en ruta hacia la Ruta del Jefe, la crisis migratoria y el privelegio de los participantes de poder moverse libremente a través de la construcción política de la frontera entre Estados Unidos y México está siempre presente. La construcción de este muro deja una cicatriz increíble, no sólo en la biodiversidad única que existe en el paisaje sino en importantes experiencias históricas y personales que comparten muchos habitantes de la tierra y migrantes de paso. Desde mi perspectiva externa, trabajando en solidaridad con esas personas, estas experiencias se categorizan por un sentimiento de esperanza y angustia que existen simultáneamente; una esperanza que los Estados Unidos pueda proporcionar la idea tan buscada del “sueño americano” categorizado por la observación de los derechos humanos y la movilidad económica. Aunque no hace falta decir que existe una clara desigualdad fundamental entre Estados Unidos y México y, a menudo, sus implicaciones posteriores son las que han hecho que la inmigración sea inminente. Al hacerlo, los migrantes dejan atrás una parte integral de sus identidades relacionada con el sentido de lugar, cultura y comunidad en sus respectivos países de origen, y se enfrentan a condiciones de viaje arduas y hostiles.

En Ruta del Jefe la crisis migratoria estuvo enfatizada en los esfuerzos de promoción y educación, los participantes tuvieron el privilegio de compartir el espacio con varias organizaciones binacionales que luchan contra los efectos de la crisis migratoria. Entre estas organizaciones se encontraban Café Justo y Frontera de Cristo. Estas organizaciones facilitan un apoyo multifacético a quienes estan inmigrando activamente, ofreciendo servicios como casas de refugio y acceso remoto a agua potable. También están otorgando a los habitantes de las zonas fronterizas el derecho a elegir quedarse atraves de la implementación de salarios dignos, empleo autónomo y una educación significativa en sus propias comunidades. Con la ayuda de Café Justo, más de 100 familias del sector cafetalero pueden quedarse y cultivar sus tierras, sabiendo que recibirán salarios equitativos a cambio de sus productos. Mientras tanto, Frontera de Cristo ha cultivado un próspero programa juvenil donde los niños pueden recibir tutoría y educación en un esfuerzo por combatir el tráfico de drogas y el crimen organizado desde el principio.

Se alentó a los participantes a comprometerse en alianzas activas, tomando decisiones intencionales como consumidores para apoyar a las empresas de comercio justo y vivir en una humanidad compartida que nos conecta a través de fronteras. Una de las formas más poderosas de hacerlo es a través de la voluntad de desaprender los prejuicios políticos y las narrativas occidentales con respecto a la migración, y buscar activamente narrativas y conocimientos de primera mano impartidos por personas en primera línea. El espacio que Ruta del Jefe creó para hacerlo es solo una forma en que los líderes pudieron facilitar una experiencia interseccional entre equidad social y aventura; creando una nueva intencionalidad sobre cómo los aventureros interactúan con sus entornos recreativos elegidos.

As hundreds of US nationals moved through various highly militarized border checkpoints last weekend en route to Ruta del Jefe, the immigration crisis and riders’ ability to move freely across the political construct of the US/México border is ever-present. The construction of the border wall leaves an incredible scar, not only on the unique biodiversity that exists in the landscape but in significant historical and personal experiences that many inhabitants of the land and migrants passing through share. From my outsider’s perspective working in solidarity with such individuals, these experiences are categorized by a sense of hope and anguish that simultaneously exist; hope that the United States may provide the sought-after ideation of the “American Dream” categorized by observation of human rights and economic mobility. Though it goes without saying that there is a clear foundational inequity between the US and México and often, its subsequent implications are what have made immigration imminent. In doing so, migrants leave behind an integral piece of their identities related to sense of place, culture, and community in their respective countries of origin, and are faced with arduous travel conditions and hostility.

At Ruta del Jefe immigration was at the forefront of advocacy and education efforts, and riders had the privilege to share the space with various binational organizations combatting the effects of the immigration crisis. Among these organizations were Café Justo and Frontera de Cristo. These organizations facilitate multifaceted support to those actively migrating, offering services such as shelter and remote access to clean water. They are also empowering borderland inhabitants with the right to choose to stay by implementing livable wages, autonomous employment and meaningful education in their very own communities. With the help of Café Justo, over 100 families in the coffee industry can stay and cultivate their land, knowing that they will receive equitable wages in exchange for their products. Meanwhile, Frontera de Cristo has cultivated a thriving youth program where children are able to receive mentorship and education in an effort to combat drug trafficking and organized crime from the ground up.

Riders were encouraged to engage in active allyship, through making intentional choices as consumers to support fair trade businesses and live into a shared humanity that connects us across borders. One of the most powerful ways to do so is through a willingness to unlearn political biases and Western narratives in regard to migration, and actively seek firsthand narratives and knowledge imparted by people on the front lines. The space that Ruta del Jefe made to do so is just one way that leaders were able to facilitate an intersectional experience between advocacy and adventure; creating a new intentionality on how adventurers interact with their chosen recreational environments.

Omar Caballero, Cuenca de Los Ojos

Cuenca Los Ojos (CLO) está ubicada en una región ecológica reconocida mundialmente como centro de biodiversidad. De hecho, el área es un corredor biológico binacional clave para muchas especies silvestres, nativas y migratorias; muchas de las cuales están amenazadas o en peligro de extinción (jaguar, oso negro, ocelote, murciélagos, algunas plantas raras y aves).

Entonces con esto en mente, nuestra misión es proteger, restaurar y recuperar la biodiversidad en la zona, a través de obras que promuevan paisajes resilientes, cuencas hidrográficas en funcionamiento saludable, así como conservar las comunidades nativas junto con los seres humanos. En particular, Ruta Del Jefe es nuestro primer intento público de incluir una cierta cantidad de personas, en el paisaje; después de más de 30 años de tareas de conservación y restauración en los ecosistemas.

Por lo tanto, un objetivo claro a largo plazo para CLO y la visión de nuestra fundadora, es promover corredores biológicos robustos en la región fronteriza. Facilitar el flujo de vida silvestre entre, el sistema ecológico Madreano (Sierra Madre Occidental) y las Islas del Cielo (archipiélago montañoso de vegetación templada); y así sumar a la conexión, en un gran escenario ideal, el área entre las Montañas Rocallosas y la Sierra Madre. Todas estas ideas se piensan con un objetivo en mente, proteger el capital natural regional y su biodiversidad única. En otras palabras, queremos continuar al menos otra ronda de 30 años trabajando junto a nuevos amigos, por ejemplo, los ciclistas.

Cuenca Los Ojos (CLO) is located in an ecological region recognized worldwide as a biodiversity hotspot. In fact, the area is a key binational biological corridor for native and migratory wildlife species, many of which are threatened or endangered (jaguar, black bear, ocelot, bats, some rare plants and birds).

With that in mind, our mission is to protect, restore, and rewild the biodiversity in the area, through work that promotes resilient landscapes, watersheds (river basins) in healthy functioning, as well as to conserve native communities together with humans. Particularly, Ruta Del Jefe is our first public attempt to include a certain amount of people into the landscape; after more than 30 years of conservation tasks, and restoration of the ecosystems have been completed.

So, a clear long-term goal for CLO and the founder’s vision as well, is to promote robust biological corridors in the border region. To facilitate the flow of wildlife between the Madrean ecological system (Sierra Madre Occidental) and the Sky Islands (montane archipelago of temperate vegetation); and therefore connect, in a big picture scenario, the area between the Rocky Mountains and the Sierra Madre. All of these ideas with one goal in mind, to protect the regional natural capital and its unique biodiversity. In other words, we want to continue at least another round of 30 years, laboring together with new friends, with cyclists being an example.

Beija Flor, Ambassador and Stoked Participant

Las bicicletas fueron el gran unificador de este fin de semana, mi deficiente español fue menos útil que la alegría con la que todos hablamos con tanta fluidez. Es una sensación cálida y pegajosa recordar el fin de semana, cuando tantas variables podrían salir mal y al final nada sale mal, que es difícil no sentir que todo está perfecto.

Al final me di cuenta de que este fin de semana no se trataba en absoluto de centrar las bicicletas, seguro que jugaron un papel muy importante, pero fue la conexión humana lo que fue lo más importante al final. Las conversaciones y las dulces ataduras invisibles en las que nos enredaron son los recuerdos que nos llevamos a casa (y una botella o tres de Bacanora). Sentirse bienvenido a un lugar y llamado a las personas que lo habitan –me atrevo a decir– es como estar en casa.

Para muchos de los participantes era la primera vez que cruzábamos la frontera. He visto cobertura mediática sobre el muro, pero es drásticamente diferente conducir a lo largo de él y pasarlo directamente. Las estructuras hechas por el hombre son a la vez un milagro y una devastación. Vimos un documental que recomiendo encarecidamente que vean llamado American Scar. Una construcción sin sentido que se extiende por kilómetros y kilómetros y kilómetros, interminable y, al final, a menudo falla en su funcionamiento de todos modos.

Todos hemos escuchado la frase “la hierba es más verde”. Aplicado a la mayoría de situaciones, el césped puede ser más verde, pero no lo sabremos hasta que crucemos la valla. En este caso el césped es y ha sido siempre igual, pero ponemos una valla grande y gorda que divide el espacio.

Puedes leer más reflexiones de Beija en el blog de Swift Industries

Bikes were the big unifier of this weekend, my sub-par Spanish was less handy than the joy we all spoke so fluently. It’s a warm and gooey feeling looking back on the weekend, when so many variables could go wrong and ultimately nothing does, it’s hard not to feel everything’s kismet.

It struck me in the end that this weekend wasn’t at all centering bikes, sure they played a huge role, but it was human connection that was the most important take-away in the end. The conversations and sweet invisible tethers we got wrapped up in are the souvenirs we took home (and a bottle, or three, of Bacanora). To feel welcomed back to a place and called back to the people that inhabit it—dare I say—it feels like home.

For many of the participants, it was our first time driving across the border. I’ve seen media coverage of the wall, but it’s drastically different driving alongside it and straight up past it. Man-made structures are both a miracle and a devastation. We watched a documentary I highly recommend you watch called “American Scar”. Senseless construction that spans miles and miles and miles—endless and, in the end, often failing in function anyway.

We’ve all heard the phrase “the grass is greener.” Applied to most situations, the grass might be greener, but we won’t know until we cross the fence. In this case, the grass is and has always been all the same, but we put a big fat fence splitting the space.

You can read more of Beija’s reflections on the Swift Industries blog.

Jaimito Rosas, Fabrica de Rosas

Buenos dias mi raza! Soy Jaimito Rosas, reportando en parte de el equipo Crust Bikes x Fabrica De Rosas. Ruta Del Jefe fue un evento muy especial para nosotros. Somos un equipo de mexi-americanos y cuando nos enteramos que la carrera iba ser en el estado de Sonora sentíamos que teníamos que ir. La idea de atravesar el miso desierto que muchos de nuestros padres y madres cruzaron a pie fue algo muy emocional. Obviamente lo hicimos con motivos muy difenentes y con el privilegio de ir y regresar con facilidad pero ahi estuvo el sentido.

La ruta era muy hermosa y en partes muy difícil pero nos divertimos muchísimo. La gente participando eran muy amables y cada aid station se convirtió en una mini party. Aunque chica la parte que conocimos de Sonora, fue una chulada aprender de la cultura Sonorense. La comida estuvo super deliciosa y la bacanora! Por un decir ya es la bebida oficial de team Crust x Fabrica jajaja.

La fiesta que causo se vivió al million! Ya se que muchos de los que estuvieron nunca se les va olvidar. Muchas gracias a todos las personas que tuvieron discusiones, los agradecemos mucho y aprendimos mucho de ustedes. Unas gracias especialmente a Karla, Daniel, y Sara por ayudarnos tanto. Fue un placer conocer los y por supuesto que ahi nos verán el proximo año!

Good morning my people! I’m Jaimito Rosas, reporting on part of the Crust Bikes x Fabrica De Rosas team. Ruta Del Jefe was a very special event for us. We are a team of Mexican-Americans and when we found out that the race was going to be in the state of Sonora we felt like we had to go. The idea of ​​crossing the same desert that many of our fathers and mothers crossed on foot was very emotional. Obviously, we did it for very different reasons and with the privilege of going and returning easily, but that was the point.

The route was very beautiful and, in parts, very difficult but we had a lot of fun. The people participating were very friendly and each aid station became a mini party. Although the part of Sonora that we saw was small, it was cool to learn about Sonoran culture. The food and drink was super delicious! In fact, Bacanora is already the official drink of team Crust x Fabrica, hahaha.

The party that ensued on the last night was amazing! I already know that many of those in attendance there will never forget it. Thank you very much to all the people who had discussions, we appreciate you very much and we learned a lot from you. A special thank you to Karla, Daniel, and Sarah for helping us so much. It was a pleasure to meet them and of course, you will see us there next year!